La Fundación Plant-for-the-Planet España tiene entre sus objetivos, además de la restauración ambiental de espacios naturales para la lucha contra el cambio climático y la fijación de carbono, la conservación del patrimonio natural y su biodiversidad.
La restauración y reforestación de masas forestales, como el método más eficaz y eficiente para luchar contra los efectos de la emergencia climática, tiene que ir acompañada de actuaciones de mantenimiento y gestión de las masas maduras existentes. Para recuperar el carbono de una masa arbórea incendiada hace falta plantar mas del doble de árboles perdidos y en un plazo de años.
La situación de los bosques en España es alarmante por su falta de gestión. La falta de tratamientos culturales y silvícolas de las masas repobladas en España en el siglo XX, el cada vez menor uso y aprovechamiento de las masas forestales existentes y el abandono de las tierras agrícolas, ha provocado esta situación.
Esto se ve reflejado en la desertización del mundo rural, la conocida como España Vaciada, y las consecuencias ambientales que conlleva, como el estancamiento de las masas arbóreas, el aumento de combustible en monte, la continuidad horizontal y vertical de esta biomasa, que sin duda favorecen la propagación de los grandes incendios que estamos padeciendo y la presencia de plagas y enfermedades que todo esto provoca.
Si queremos un futuro mejor para nuestro Planeta, tenemos que ir todos en la misma dirección. Los esfuerzos que desde Fundación Plant-for-the-Planet España estamos haciendo con las plantaciones no sirven de nada sin la apuesta por la gestión sostenible de nuestros bosque maduros.
Por eso hacemos una llamada a los estamentos públicos para que apuesten decididamente por estas labores de gestión y mantenimiento de nuestros bosques, así como el establecimiento de las medidas necesarias para la prevención y extinción de incendios forestales además de las nuevas plantaciones. Esto, junto con el aprovechamiento de estas masas, fijará población en el medio rural y conseguiremos avanzar en esta lucha contra la emergencia climática.
Y todo lo mencionado debe ir acompañado de la educación de nuestros niños y jóvenes, así como de la colaboración y responsabilidad ciudadana para evitar realizar actuaciones en el monte en épocas de peligro de incendios (desde mayo a octubre) que puedan conllevar el comienzo de incendios.
Igualmente pedimos que los profesionales que trabajan en el monte y que desarrollen actividades que potencialmente pudieran causar algún incendio, extremen todas las precauciones y cumplan con las normas, indicaciones y pliegos en los trabajos que se acometen en el monte durante ese periodo para evitar descuidos y negligencias.
Todos somos responsables de la situación y entre todos tenemos que cambiarla.