Jordi Juanós, Director Fundación Plant-for-the-Planet España
Hace un par de semanas, mientras comía con mi compañero Fabio, recibí una de las llamadas que más ilusión me han hecho en mi vida profesional: la del Consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Y era para darnos una maravillosa noticia: nos habían concedido el Premio Andalucía 2024 de Medio Ambiente, en su categoría de Cambio Climático. Creedme que lo celebré, por dentro y por fuera, solo y con el equipo, Patronato y donantes y, aunque estoy seguro que todos los/as premiados/as decimos o pensamos lo mismo, pocas veces un reconocimiento hace justicia a tantísimo trabajo en pro de la mejora de la calidad de vida de todos y todas las andaluzas.
Rápidamente me vinieron a la cabeza todas las personas que hemos colaborado en esa mención, de una forma u otra, en mayor o menor medida, en especial me acordé de Óscar, a quien como andaluz e increíble profesional que es, considero el principal “culpable” de todo esto. Y por supuesto, a Caspar y a Celia por haber confiado y seguir confiando en nosotros a lo largo de todo este tiempo.
A todos y a todas, ¡muchísimas gracias en nombre de la Fundación y mío propio!
Han sido cuatro años de problemas y tremendos desafíos para una institución de la sociedad civil: pandemias, alcaldes y alcaldesas, incendios, muchísimos kilómetros, poca, muy poca lluvia, muchos futuros líderes climáticos andaluces y sobretodo, árboles, muchos árboles, ¡más de 500.000 ya plantados en Andalucía!
Reconozco que ha habido momentos en que lo he visto crudo, pero quiero ser justo y poner también poner en valor todas las cosas positivas y buenas que hemos vivido en estos años de proyecto. Sin ninguna duda, me quedo con la cantidad de buenas personas que hemos conocido, en todos sitios: administración, empresas, filántropos, proveedores. El grado de implicación y compromiso con el proyecto ha sido increíble y es justo, y necesario, reconocerlo también. ¡Gracias a todos y a todas!
Pero ahora viene la parte dura: continuar con el compromiso adquirido con Andalucía y los/as andaluces/zas para la restauración de espacios naturales degradados, el objetivo de plantar 1 millón de árboles antes de 2030 en Andalucía sigue intacto.
Pero también tenemos que continuar con la identificación y empoderamiento de muchos jóvenes andaluces como futuros líderes climáticos: sonará a demagogia, pero en 15 años, estos chavales serán quienes deberán tomar las decisiones desde sus posiciones, ¡ojalá que lo hagan ya con criterios climáticos! Todavía estamos a tiempo…
No me cansaré de decirlo: ¡MUCHAS GRACIAS A TODAS Y A TODOS! Nos dan las energías para perseverar en nuestros objetivos.